no podía empezar mejor la ruta: dejamos la pista del rio para empezar a subir en busca de la rierada y barrizal majo, seguimos el riachuelo, entre cañas (no se ve ni el camino a seguir, pie al suelo! los pies calados) empujando de la bike, me doy cuenta que he perdido el cuentakilómetros!!! está flotando por el agua. Sigo y con otra caña, me pega en la cara y se me pega la lentilla en el cristal de las gafas....
Pensamiento: esto es sólo el principio, como sea así toda la mañana, ¿cómo voy a llegar a casa? Después de todo, una mañana fantástica recorriendo nuevos senderos.