hay va la continuación: Relaja Tu Cuerpo Y Las Manos – Tú y la bici sois dos elementos individuales. Querrás que la bici 'flote' por debajo de tu cuerpo. Si agarras tu manillar con demasiada fuerza no podrás controlar los cambios abruptos del camino e irás volando por los aires... a veces. La clave está en mantener tus rodillas y codos en un ángulo y tener agarrado el manillar de manera relajada. La bici tomará 'decisiones propias' y tu seguirás sentado/a encima de ella. Te lo aseguro.
Deja Que La Bici Haga Todo El Trabajo – De hecho, este consejo es una continuación del consejo anterior. Debes de confiar en la bicicleta. Tu 'trabajo' es mantenerte encima de la bici mientras ella se mueve hacia ambos lados; para arriba y para abajo; de hecho, la bici debe de moverse independientemente de tu cuerpo: tu vas corrigiendo. Si te mueves con la bici, la bajada será larga y algo pesada por la cantidad de sacudimientos que has de 'sufrir'.
Mantener Tu Peso Centrado Sobre La Bici – Nuevamente, si tienes al manillar agarrado como si de un(a) novio/a se tratase, es muy pero muy probable que algo vaya mal. Es crucial mantener tu peso centrado hacia atrás. Lo último que querrás es que, al chocar contra una roca tu cuerpo esté demasiado inclinado hacia delante y que la horquilla se comprima al 100%. El resultado es una voltereta. Y sin puntuación por un jurado sino con 'puntos' en la cara... A todos, me imagino, nos ha pasado alguna vez y me imagino que a nadie le gustaría repetirlo. Y cuando estás boca arriba, admirando las luces de la sala de urgencias, te preguntarás 'que ha pasado...?', pues yo te digo qué ha pasado: tenías tu cuerpo, y por lo tanto el peso, demasiado hacia delante! Recuerda que, sobre todo cuando las pendientes se convierten muy pendientes, debes de colocar tu trasero casi encima de la rueda trasera: trasero contra trasera... Tu bici irá con más equilibrio y tu con más estabilidad.
La Velocidad Es Tu Amigo – Lo vuelvo a repetir: mantener una velocidad considerable te mantiene de pie cuando vas bajando un sendero rocoso. Si vas lentamente la rueda delantera tiende a 'explorar' cada rincón, cada grieta y cada roca y así puede bloquearse y tú pierdes la inercia y el equilibrio. La velocidad te ayuda a conquistar los imperfectos. Y aunque parezca contraproducente y te hace sentir algo incómodo, rápidamente verás que ir con más prisa es una ayuda tremenda.
Si Dudas... Línea Recta – Igual que cuando subes, si no tienes claro el trazado, lo mejor es bajar y mover el cuerpo hacia atrás, centrarlo bien y seguir la línea más recta posible. No te preocupes en cuanto al trazado perfecto. Mantente firme y sigue con confianza. Las capacidades de tu bici te sorprenderán y será la misma bici que te saca de apuros.
Baja La Presión De Los Neumáticos – Esto debería ser el consejo nº 1... Antes de bajar por una trialera repleta de rocas y raíces, lo primero que has de hacer es bajar la presión de las cubiertas. Lo sé, te preocupa el pinchazo (que eventualmente pasará) pero una rueda demasiada hinchada arruinará toda la diversión que justamente buscamos en la bajada. Si desciendes con las gomas como un globo irás dando saltos involuntariamente, pierdes el tacto y la tracción y acabarás en urgencias. Empieza a experimentar con la presión y verás la gran diferencia que algunos kilos pueden significar.
Protección – Hay bikers que llevan protección en las rodillas y/o codos y espinillas. Y eso es bueno. Personalmente no me gusta llevar este tipo de protección porque me resulta muy incómodo, pero reconozco que aumenta la seguridad del biker y desde luego debería ser un elemento indispensable.
Ir Ligero... - En este artículo (Ir Ligero) de hace algún tiempo menciono la importancia de ir ligero. Imagínate que vas flotando por encima de la bici y que la suspensión no es accionado por tu peso sino por los imperfectos de la superficie. No solo tus componentes lo agradecen, sino aumentas también la seguridad, la velocidad y por lo tanto la diversión. Y de eso se trata; cuando vamos en MTB, lo más importante es pasarlo bien.
Verás, si sigues los consejos que acabo de sumar, el descenso por una sendero rocoso (de hecho se podría aplicar a cualquier descenso) se convierte en diversión. Básicamente, has de ir en contra de lo que piensas. Inicialmente cuesta, pero con el tiempo tu técnica aumenta.